jueves, 30 de septiembre de 2010

Celíacos: la mayoría ignora su condición

Estudio de los hospitales Udaondo y San Martín, de La Plata: uno de cada 150 argentinos tiene intolerancia al gluten

La enfermedad produce daños en el intestino delgado. A veces es asintomática, pero los especialistas aconsejan tratarla
Se caracteriza por desórdenes gastrointestinales, anemias crónicas y abortos espontáneos

Frecuentemente, se la confunde con otras cuyos síntomas pueden parecer similares
"Usted es celíaca". Frecuentemente, estas tres palabras ponen fin a décadas de padecimientos: desde trastornos digestivos -el síndrome de "todo me cae mal", diarreas, pérdida de peso- hasta otros más silenciosos, como anemias, abortos espontáneos e, incluso, tumores malignos.

"De esta enfermedad se sabe poco y entonces se la confunde con otras", explica el doctor. Julio Bai, Jefe de Departamento de Medicina del Hospital de Gastroenterología Doctor Bonorino Udaondo. Según el especialista, en la Argentina una de cada 150 personas padece la afección La enfermedad celíaca es una intolerancia al gluten -más precisamente a la gliadina , su principal proteína- que provoca daños en la mucosa del intestino delgado. El gluten es un componente presente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno, alimentos conocidos por sus iniciales como el grupo TACC .

Cuando una persona celíaca consume gluten, su sistema inmunológico barre las vellosidades de las células intestinales encargadas de la absorción de nutrientes, vitaminas y minerales. Es por eso que en los celíacos los alimentos siguen de largo provocando diarreas y pérdida de peso. Pero, como explica la doctora Sonia Nivelloni, del Udaondo, en un gran porcentaje de celíacos la enfermedad se manifiesta por medio de un único síntoma -por ejemplo, la anemia crónica, originada por la mala absorción del hierro, o la osteoporosis, causada por la falta de asimilación del calcio-.

Otros presentan síntomas gineco-obstétricos; por ejemplo, abortos espontáneos, infertilidad, amenorrea, menarca tardía o menopausia precoz, pero no son diagnosticadas porque "descartar enfermedad celíaca todavía no forma parte de la rutina de obstetras y ginecólogos", explica el doctor Bai. Otros síntomas habituales son caída del cabello, uñas quebradizas y aftas.

Resultados contundentes
Cuando la enfermedad comenzó a conocerse las estadísticas se limitaban al número de pacientes diagnosticados que consultaban espontáneamente. Hace quince años se suponía que había un celíaco cada 3000 personas, excepto en Irlanda, donde hay -aparentemente por una cuestión genética- uno cada 300. Allí incluso hay perros intolerantes al gluten. Pero cuando hace unos años se hizo un estudio en Suecia con donantes de sangre los datos sorprendieron a todos: uno de cada 200 donantes era celíaco.

En la Argentina, un equipo comandado por el doctor Bai desde el Udaondo y otro dirigido por el doctor Juan Carlos Gómez, del Hospital San Martín, de La Plata, decidieron encarar un estudio epidemiológico para detectar la prevalencia real de la enfermedad entre los individuos corrientes que iban a realizarse análisis prenupciales.

Con más de dos mil casos estudiados, "los resultados son contundentes", afirma el doctor Bai: "La frecuencia con que se encuentra la enfermedad es de 1 en 150 personas nacidas vivas".

¿Tiene sentido hacerle un tratamiento estricto y de por vida a un celíaco que aparte de su atrofia intestinal no presenta ni presentó jamás ningún otro síntoma? "¿Uno de cada ciento cincuenta argentinos debería tratarse?" se pregunta Bai.

Al no existir todavía estudios de seguimiento a largo plazo, los especialistas se basan en la experiencia. "Nosotros pudimos seguir a cuarenta personas a lo largo de siete años -explica Bai-: los que no tenían ningún anticuerpo siguieron iguales, pero los que tenían alguna sensibilidad o llevaban el gen desarrollaron anormalidades y varios de ellos desencadenaron la enfermedad." La enfermedad celíaca ofrece un abanico de posibilidades: "Por lo tanto -afirma el especialista-, si bien mundialmente todavía no está decidido que a la gente asintomática haya que ponerla a dieta de por vida, por lo que conocemos de los sintomáticos nosotros creemos que todos los que se diagnostiquen deben ser tratados".

Tampoco se sabe con exactitud cuáles son los factores desencadenantes. El más importante es, obviamente, el consumo de gluten. Pero también las infecciones intestinales, operaciones de estómago y el embarazo y puerperio. El 18% de las celíacas se enferma en esta etapa. Y hay dos mujeres celíacas por cada enfermo varón. Día a día se conocen nuevos datos. "Comparando personas que tenían trastornos funcionales del aparato digestivo con celíacos descubrimos que los celíacos fuman menos y que el debut de la enfermedad se retrasa cuanto mayor es el consumo de cigarrillos", comenta Bai. El estudio, que será presentado por el equipo del Udaondo en marzo en el American Journal of Gastroentherology, sugiere que el tabaco podría ejercer una protección al reducir la permeabilidad del intestino, que en los celíacos es anormalmente permeable.

"La dieta debe ser de por vida"

Una vez atravesadas las complicadas etapas diagnósticas, se arriba al tratamiento, que combina sencillez con eficacia. "Con una dieta libre de gluten, a los pocos días desaparecen los síntomas más notorios, como los desórdenes gastrointestinales y el mal estado físico general. No pueden creer lo bien que se sienten", explica la doctora Nivelloni. Otros síntomas más sutiles, como la anemia, por ejemplo, pueden llevar más tiempo. Casi todos los pacientes responden bien a la dieta y los refractarios son tratados con corticoides. "La dieta libre de gluten debe ser de por vida", aclara Nivelloni. Por eso es muy importante controlar los alimentos y estar bien informado".

Acela (Asistencia al Celíaco de la Argentina) hace más de una década que se dedica a "difundir e intercambiar información referida a la enfermedad", explica la Coordinadora General, Victoria de Haddad (56), que es celíaca "desde que tengo uso de razón" y, sin embargo, fue diagnosticada a los 45 años. "No me encontraban nada, me decían que tenía colon irritable y me mandaban al psicólogo".

Quienes deseen consultar, pueden hacerlo en Acela: (011)4292-6373/ 4522-0214 o www.acela.org.ar, o en el Hospital de Gastroenterología Doctor Bonorino Udaondo, Sección Intestino Delgado, Av. Caseros 2601, 3er piso, teléfono: (011) 4306-4641/49, interno 155.

Por Florencia Bernadou
Para La Nación

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por la nota, tiene mucha información de utilidad. Raquel.