domingo, 2 de junio de 2013

Neuquén ya cuenta con una panadería para celíacos


NEUQUÉN (AN).- "Pionera sin gluten" es el nombre de la primera panadería de Neuquén que tiene todos sus productos sin TAAC (trigo, avena cebada y centeno). Desde lemon pie hasta ñoquis la dueña e ideóloga de este proyecto, Silvina Sartori, busca llevar a los celíacos la misma oferta gastronómica que tiene la gente que no padece la enfermedad. El proyecto es crecer y más adelante llevar los productos a las góndolas de supermercados y comercios de la zona.

"Mi mamá es celíaca, y ningún celíaco consigue nada donde sea que vaya, nadie hace nada elaborado para los celíacos", responde Silvina para explicar el por qué de la iniciativa. Agrega que hace poco cambió de trabajo y con la indemnización puso en marcha la primera panadería con elaboración propia de productos sin gluten.
La oferta es más que variada: lemon pie, pastafrolas, tartas dulces, alfajores de maicena, galletitas, pepas, pan, pan con semillas, chipá, bizcochitos de grasa, pre-pizzas, tapa de empanadas, fideos, ñoquis. "En realidad hacemos cualquier tipo de comida que nos pidan. La harina sin gluten se endurece muy rápido, y no usamos nada de conservante por lo que todo lo que hacemos es del día, pero también hacemos cosas por encargo", aclara Silvina.
La recepción fue más que un éxito. "La gente viene contenta. Todos nos agradecen por lo que significa tener un lugar donde elegir la comida que pueden comer", resume.
La panadería abrió el miércoles pasado en Belgrano al 3.900 esquina El Tostado, y el objetivo no es ser el único lugar donde conseguir panificación y productos de pastelería sin gluten. "Mi idea es ir a los supermercados, a los mercados a las estaciones de servicio y llevar mis productos a todos los comercios. Quiero que el celíaco tenga la misma oferta gastronómica que una persona que no lo es", remarca Silvina mientras atiende a los clientes que llegan de toda la ciudad para comprar un pancito con semillas, o llevarse media docena de alfajores.
La idea es mejorar la calidad de vida de las personas que son intolerantes al trigo, brindarles alternativas que puedan diversificar su alimentación. "Para uno es normal decirle a una amiga: compro unas facturas y voy a tomar unos mates, o salir a cenar a cualquier lado. Para un celíaco no", alerta Silvina y también remarca la necesidad de detectar esta enfermedad a tiempo. "Mi mamá convivió con la celiaquía durante diez años, pero se lo diagnosticaron hace tres. Los padecimientos son espantosos, viven descompuestos. Mientras más tiempos se lo ignore es más evidente el deterioro", remarca.

1 comentario:

Patricia de centenario dijo...

recien me entero que hay en neuquen una panaderia para celiacos,que buena noticia.