lunes, 16 de marzo de 2015

Ocho años no es nada... ocho años es una eternidad...

Hace mucho tiempo que no escribo, será porque ya no pesa tanto, será porque le saqué tanto jugo a la cosa que me quedé sin... vaya uno a saber.
Es inevitable la comparación,
Ocho años atrás el listado del Anmat apenas llegaba a unas 30 páginas, y en ese momento eran un montón!!!, hoy supera ese número, pero aún así para algunos sigue siendo poco, porque no son como ¨el resto¨.
 Hace unos años tuve la suerte de hablar con el Dr., Litwin quien en persona me explicó lo malo que es el gluten para todos.
Obviamente que yo lo diga, es raro, porque para la mayoría de los ¨ no celíacos¨ es absurdo, piensan que los celíacos queremos que el resto lo sea, jajaja, o como nosotros no podemos comer gluten, decimos que es malo para todos. Aprendí que uno no puede ir por la vida ¨advirtiéndole¨ a todo el mundo, cada uno con su intestino.
Gané más de lo que perdí, gané en salud, gané en horas de vida tranquila sin estar desmayándome x el mundo.
Si por casualidad me lees por primera vez te cuento que fui diagnosticada a mis 28 años recién. Tenía todos los síntomas que hay que tener para ser celíaco, solo que no tuve la suerte de encontrar el diagnóstico correcto. Desde entonces ya no tengo más descomposturas, malestares estomacales, desmayos, ni bajo peso, al contrario, por suerte mi intestino se recuperó pronto y bien!
Lo fundamental es tener fuerza de voluntad, constancia y cuando menos te des cuenta es un hábito de vida. El ser celíaco, es una condición de vida, no una enfermedad, una molestia, un garrón.
Al día de hoy hay más productos aptos, cualquier médico te diría que las harinas no son buenas en grandes cantidades, así que lo básico para vivir los celíacos podemos comerlo.
A mis ocho años de diagnostico no tengo mucho más para decir, solo transmitirles mi experiencia y mi modo de vida, que va dejando de ser tan nuevo y único.
Gracias por estar del otro lado.

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