miércoles, 11 de abril de 2018

Deseos


Quiero desde lo más profundo de mi ser que los celíacos, que nuestros hijos celíacos no seamos una molestia a la hora de entrar a un trabajo, a un jardín, al colegio o a la facultad.
Que los celíacos no seamos una molestia al momento de ser invitados a cumpleaños, o simplemente a una cena.
En estos 11 años de vida celíaca pasé y paso de todo, enarbolando la bandera de la celíaca positiva, que todo se puede lograr hablando, educando y que no se rinde.
Que predica por un futuro y presente saludable para los niños.
Cómo celíaca cuesta entender que haya personas que prefieran ser tratadas como enfermos, que les preocupe más el precio de la harina que el del tomate ( y ojo, separo que las harinas deberian ser un tema del estado a aquellas familias que no pueden comprar ni un paquete de galletas de arroz).
Hoy me comentan que en una reunión del colegio la maestra dice, por suerte no hay ningún niño celíaco asi que pueden traer las tortas que quieran. 

Sin dudas a esa maestra que no sabe bien del tema habría que explicarle, que los celíacos o madres de celíacos venimos con el chip de tupper incluido y que obvio no es un problema, que todo se puede resolver educando al de al lado.
Pero ese es un trabajo puro y exclusivo de los que somos celíacos felices de serlo.
No le demos la oportunidad a los que no han aceptado a la celíaquia como un modo de vida saludable a hacerle mala propaganda a la celiaquía.
NO dejemos que el futuro de los niños celíacos se arruine.

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